LA
GRACIA DE DIOS UN MECANISMOS DE SALVACIÓN:
El tema de la
salvación, para muchos significa un compromiso y al parecer es algo de lo que
no se debería de hablar, como si la salvación se tratase de una serie de
requisitos que la humanidad o bien las personas deberían de cumplir, haciéndose
ver como una carga pesada, es por ello que muchos de los que no se han
permitido conocer a nuestro señor Jesús Cristo, prefieren no hablar o bien que
no se le hablase del tema.
“¿Es acaso la
salvación una obligación con Dios?”, “¡convirtiéndose en una carga!”, “¿qué
principio tiene la salvación?” y “¿qué significa la misma?”, la salvación tiene
un principio fundamental, proveniente de la gracia de Dios, estableciéndose como
un mecanismo de salvación que proviene de lo alto, este principio se fundamenta
en el amor incondicional de Dios, hacia su creación, permitiendo la redención
del cuerpo y del alma de cada persona. (Ver Juan 3:16).
“La Salvación ha
sido creada para los hombres por medio de Dios”, si hemos sido creados por
Dios, con un fin especial, cumpliendo el gran propósito de vivir en plenitud y
adorar a Dios, esto nos permite comprender que al momento de aceptar a Cristo
Jesús como nuestro Salvador, es porque hemos comprendido y reconocemos que
somos pecadores, (Ver hechos 2:38:39).
El pecado lo que
hace es que nos destituye de la gloria de Dios, ¿es acaso el hombre más que
Dios y que puede vivir fuera de él?, la Salvación es la gracia de Dios en
plenitud para los hombres, ya que el que acepta a Cristo Jesús en sus vidas,
vivirá por fe, vivirá creyendo en el Nombre que todo lo puede, así como en su
sangre redentora. (Ver Juan 3:36), (Ver Romanos 1:5:6).
El apóstol pablo,
expresa que la obediencia se establece por fe, por amor a su nombre, en todas
las naciones, entre las cuales estáis también vosotros llamados a ser de
Jesucristo.
Cristo nos ha hecho
el llamado a una vida llena de bendiciones y de gracias, la salvación se ha
puesto a las manos de la humanidad, con el fin de servirle al Dios altísimo,
con una actitud, positiva, entusiasmo, lleno de amor y de iniciativa.
El pecado, se ha
convertido en una carga tan pesada, que obstaculiza que el ser humano, tenga un
acercamiento a una redención, convirtiéndose en el acusador y el dueño de tus
males, el pecado es la carga que no podemos cargar, nos humilla y nos carcome
por dentro, culpándonos de todos nuestros errores.
UNA
ACTO INDESCRIPTIBLE DE SALVACIÓN:
El apóstol Juan,
nos habla que Dios, en su grande amor, envió a su hijo, imaginemos este acto,
donde el padre se desprende el hijo, para que cargue con la culpa de la
humanidad, despojándose de todo, un sacrificio indescriptible, que fue expuesto
y presentado universalmente. (Ver Juan 3:17).
El mundo estaba
recibiendo a Cristo Jesús, para su propia salvación, ¿cómo el mundo podría ser
condenado?
También expresa, el
que cree en él no es condenado, pero el que no cree, ya está condenado, porque
no creyó en el nombre del único hijo de Dios. (Ver Juan 3:18).
La gracia de Dios,
permite la redención de la humanidad ante Dios, así como la salvación, por
medio de la aceptación a Cristo Jesús, así mismo se establece la condenación
para todo aquel que no cree en Cristo Jesús.
La fe en Cristo Jesús,
es lo que nos permite la liberación de la carga del pecado, el amor hacia Dios,
la Justicia de Dios ha sido revelada a los hombres por medio de su palabra (Ver
Romanos 1:16:17).
Jesús, le respondió
a la mujer samaritana “El que bebe de esta agua, vuelve a tener sed”, “pero el
que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo
le daré será en él un manantial que brotara para vida eterna. (Ver Juan
4:13:14).
Tenemos que
comprender el contexto en aquel momento, Cristo predicaba de la salvación del
mundo, por medio de la aceptación de la palabra, así como de la obediencia por
fe, los Judíos tenía como religión al judaísmo, los judíos son descendiente de
Jacob y este de Isaac y de Abraham, por tanto, estamos hablando de la creencia
hebrea, ya que Abraham era hebreo.
Aunque la venida
del mesías (Cristo Jesús), ya había sido comunicada por el profeta Moisés así
como el Rey David, al momento de presentarse Cristo Jesús, comunicando la venida
de Dios y la Salvación del mundo, estos no creyeron ni lo aceptaron, para los judíos
les era difícil aceptar a Cristo, sus ojos se segaron y sus oídos se cerraron,
la Salvación ya había llegado al mundo, las puertas del cielo se habían abierto
a todo ser viviente.
LA
SALVACIÓN PARA TODOS:
Cristo se había
convertido en el agua de vida, en la fuente que brotaría en millones de persona
y donde muchos beberían de ella, una fuente inagotable de amor y esperanza.
La salvación
anunciada por Dios, ya había sido comunicada a Abraham, por medio de su promesa
al anunciarle que en “él,
serian benditas todas las familias de la tierra” (Ver Génesis 12:2:3), la
humanidad estaba recibiendo la bendición de la salvación en la promesa de Dios.
El pacto de Dios con
Abraham fué establecido, traspasando el derecho de la misma a toda la humanidad,
(Ver Génesis 17:4), Este es mi pacto contigo: Serás padres de muchas naciones.
La Salvación se
había establecido por medio de la fe, en nuestro señor Jesucristo, siendo la fe
una gracia otorgada por el mismo Dios, alegrándonos en la esperanza. (Ver
Romanos 5:1:2).
Así como el pecado
había entrado en el mundo por un solo hombre, y por el pecado la muerte, así la
muerte había pasado a todos los hombres, pues todos pecaron. (Ver Romano 5:12).
La muerte estaba
reinando desde Adán, hasta Moisés, aunque muchos no habían pecado, la
transgresión de Adán, se había traspasado a todos los hombres, ya que se había
quebrantado el mandato de Dios, la transgresión de Adán, era un delito el cual
aunque un solo hombre lo había cometido, este condeno a muchos, solo que ahora
tenemos el don de Dios y este no es como el delito, ya que por medio del don de
Dios, ahora muchos son salvos, el don es la gracia y la gracia es Dios. (Ver
Romanos 5:12; 18).
El Apóstol pablo en
la carta a los romanos hace mención que ahora ninguna condenación hay para los
que están en Cristo Jesús (Los que no andan según la carne, sino según el
espíritu.) (Ver Romanos 8:1).
DIOS
NOS OTORGA SU JUSTICIA:
La gracia de Cristo
Jesús, siendo esta misma un don de Dios, nos permite el acceso a la Justicia
divina, el que anda en el mundo vive conforme la carne y este establece su
propia Justicia.
Es acaso que la
Justica del hombre, tiene respuestas a las soluciones de la humanidad y por
tanto el acceso a la salvación.
Por ignorar la
Justicia de Dios, y procurar establecer la suya propia, no se han sujeto a la
Justicia de Dios.
Porque la finalidad
de la ley es conducirnos a Cristo, para Justificar a todo el que cree. (Ver
Romano 10:3:4).
La salvación ha
sido revelada a los hombres, por medio de la fe en Cristo Jesús, no existiendo
diferencia alguna. (Ver Romanos 10:12:13).
La justicia de
Dios, nos permite la Justificación, al momento que nos arrepentimos de nuestros
pecados, aceptamos a Cristo Jesús como nuestro salvador y nos bautizamos en su
nombre, y recibimos el Espíritu Santo.
El Cristiano se
debe de fascinar por las palabras y obras de Cristo Jesús, el Espíritu se
recibe por fe, Abraham creyó a Dios, y le fue contado por Justicia, por tanto,
sabed que los que son de la fe, esos son hijos de Abraham. (Ver
Gálatas 3:6; 7).
Hoy todos somos
hijos de Dios por fe en Cristo Jesús, porque todos los que habéis sido
bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. (Ver Gálatas 3:26:27).
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